La Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC) expresa su máxima preocupación ante la desaparición y muerte del periodista mexicano Humberto Millán Salazar, conductor de un programa de Radio Fórmula y director del diario digital A-Discusión, en el estado de Sinaloa.
Con este crimen suman ocho los periodistas mexicanos victimados este año, sin que a la fecha haya una respuesta decidida de la justicia mexicana que permita clarificar los móviles de los crímenes, identificar y sancionar a los responsables.
Para la FEPALC la inacción de las autoridades responsables de administrar justicia está institucionalizando una cultura de la autocensura y el silencio, propia de aquellas sociedades en las que no hay garantías a la vida, integridad física ni condiciones de trabajo para quienes tienen el deber de informar.
El periodista Millán Salazar fue secuestrado el 24 de agosto y su cuerpo fue encontrado con un balazo en la cabeza, veinticuatro horas después, en un predio agrícola conocido como Campo Morelia, ubicado unos diez kilómetros al norte de la ciudad de Culiacán.
México se ha convertido en el territorio más peligroso para el ejercicio periodístico, en el que los esfuerzos de la propia comunidad internacional para implementar mecanismos no han tenido resultados efectivos. Esto porque las autoridades mexicanas no expresan voluntad de esclarecer los crímenes y suelen atribuirlos gratuitamente a la inseguridad ciudadana descartando, desde el registro mismo del hecho, que los asesinatos son expresión de una modalidad extrema de castigo a un ejercicio profesional de denuncia de actividades ilícitas de autoridades de la región o del propio crimen organizado imperante en la zona.
La FEPALC, al igual que su afiliado, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) expresa sus condolencias y solidaridad a los familiares del periodista asesinado, y se une a las exigencias del gremio periodístico sinaloense para que se castigue a los asesinos.
A la fecha han sido asesinados en México Rodolfo Ochoa (9 de febrero); Luis Emanuel Ruiz Carrillo (30 de marzo); José Luis Cerda Menéndez (30 de marzo); Noel López Holguín (31 de mayo); Pablo Ruelas Barraza (13 de junio); Miguel Angel López Velasco (20 de junio); Yolanda Ordaz de la Cruz (26 de julio).
Para la FEPALC la inacción de las autoridades responsables de administrar justicia está institucionalizando una cultura de la autocensura y el silencio, propia de aquellas sociedades en las que no hay garantías a la vida, integridad física ni condiciones de trabajo para quienes tienen el deber de informar.
El periodista Millán Salazar fue secuestrado el 24 de agosto y su cuerpo fue encontrado con un balazo en la cabeza, veinticuatro horas después, en un predio agrícola conocido como Campo Morelia, ubicado unos diez kilómetros al norte de la ciudad de Culiacán.
México se ha convertido en el territorio más peligroso para el ejercicio periodístico, en el que los esfuerzos de la propia comunidad internacional para implementar mecanismos no han tenido resultados efectivos. Esto porque las autoridades mexicanas no expresan voluntad de esclarecer los crímenes y suelen atribuirlos gratuitamente a la inseguridad ciudadana descartando, desde el registro mismo del hecho, que los asesinatos son expresión de una modalidad extrema de castigo a un ejercicio profesional de denuncia de actividades ilícitas de autoridades de la región o del propio crimen organizado imperante en la zona.
La FEPALC, al igual que su afiliado, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) expresa sus condolencias y solidaridad a los familiares del periodista asesinado, y se une a las exigencias del gremio periodístico sinaloense para que se castigue a los asesinos.
A la fecha han sido asesinados en México Rodolfo Ochoa (9 de febrero); Luis Emanuel Ruiz Carrillo (30 de marzo); José Luis Cerda Menéndez (30 de marzo); Noel López Holguín (31 de mayo); Pablo Ruelas Barraza (13 de junio); Miguel Angel López Velasco (20 de junio); Yolanda Ordaz de la Cruz (26 de julio).