2012-07-02
Mexico
Laura Carlsen
Si siguen las tendencias anunciadas  hasta ahora, a partir de estas elecciones México habrá transitado de la  dictadura perfecta a la democracia imperfecta, en la que retoma el  poder el partido que gobernó 71 años sin rivales.
Las cifras reportadas por el  Programa de Resultados Electorales Preliminares muestran 37% para el  candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña  Nieto, seguido por 31% por Andrés Manuel López Obrador del Partido de la  Revolución Democrática (PRD). El Partido de Acción Nacional (PAN), que  va de salida, ha sacado solamente el 25%, con 90% de las actas  reportadas.
¿Qué se puede decir de los resultados?
Aun sin saber los resultados finales, se pueden sacar algunas conclusiones de la jornada electoral del 1 de julio de 2012.
1. La jornada transcurrió sin muchos incidentes de violencia
No se puede hablar de un saldo  blanco ya que en Valle de Santiago, Guanajuato se reportó el asesinato  de un representante del PRD y en Tabasco una persona murió atropellada  en un intento de compra de votos por parte de la candidata del PRI Ana  Luisa Crideli. El IFE además confirmó el robo de urnas por un grupo  armado de la sección 1513 ubicada en el estado de Nuevo León. También en  Nuevo León se registró el asesinato de Tomás Betancourt Gaitán,  coordinador de MORENA en el municipio de Juárez, Nuevo León. Sin  embargo, el crimen organizado y los conflictos electorales han tenido  hasta el momento un perfil bajo en estas elecciones.
 2. El triunfo anunciado de Enrique Peña Nieto se dio con un margen mucho menor de lo esperado
Después de que las encuestas  anunciaron márgenes por arriba del 10% para el candidato del PRI, la  diferencia entre Peña Nieto y López Obrador reflejada en el conteo  rápido del IFE de las 11:00 mostró un margen de alrededor de 7%, y en el  PREP se registraba 6% con más de 90% de las actas contabilizadas. De  hecho toda la noche se mantuvo un margen de sólo 3-4% de diferencia,  hasta el amanecer en la que la diferencia llegó a 7 puntos, mostrando un  alza en el voto de último momento para el puntero, algo que también  pasó en 2006 cuando la tendencia del voto entre AMLO y Felipe Calderón  misteriosamente se invirtió al final. En primer lugar, este cambio de lo  previsto pone en evidencia el sesgo de la mayoría de los encuestadores.  Por otra parte, la diferencia de más de 2.5 millones de votos hará  fácil el argumento de las instituciones electorales de que las  irregularidades no habrían cambiado el resultado.
3. Se recurrió a la maquinaria  electoral priista y viejas prácticas de manipulación del voto para  asegurar un triunfo para Peña Nieto
Los vicios de esta elección se  manifestaron mucho antes del día de las votaciones. Entre estos fueron  registrados por parte de grupos de la sociedad civil y medios  independientes numerosos casos de compra de voto (la distribución de  tarjetas Soriana y Monex y el pago por el voto); coerción de voto en  lugares de trabajo, sobre todo entre empleados de gobierno; robo de  urnas y de boletas; gastos excesivos y no reportados, tratos secretos  con los medios; los “carruseles” para marcar boletas fuera de las urnas  por un tercero, boletas marcadas de antemano, etc. Ahora la sociedad  civil, organizada en yosoy132, los observadores electorales y los medios  independientes han hecho grandes esfuerzos para documentar las  irregularidades electorales y están sistematizando los resultados. Para  los jóvenes opuestos al regreso del PRI, el argumento de que son casos  aislados que no afectan la victoria de Peña Nieto será difícil de  aceptar, particularmente después de lo sucedido en el 2006. Su demanda  es por una democracia en la que todos los votos cuenten y sean libres y  contados.
 4. El PAN sufrió una derrota histórica.
El PAN no sólo está quedando en un  distante tercer lugar con apenas 25% del voto presidencial, también está  cediendo varias delegaciones del DF al PRD, y el estado de Jalisco al  PRI. Le ha costado la falta de unidad alrededor de su candidata, el  costo político de la guerra contra el narco y sus 60,000 muertos, y lo  que para muchos ha sido el fracaso de la alternancia conservadora. Sus  doce años fueron caracterizados por una economía débil y la corrupción,  la pobreza y el desempleo llevaron a muchas personas a abandonar el  partido.
Además, el blanquiazul está pagando  el precio de haber dejado intacta la maquinaria política priista. La  decisión de formar una alianza con el PRI contra el PRD permitió a este  último reconstruir sus fuerzas sobre las mismas bases de clientelismo y  caciquismo históricos. La impunidad por crímenes del pasado que les  regaló el PAN a algunos de sus hombres fuertes, como Ulises Ruiz en  Oaxaca y el mismo Peña Nieto, hizo que el PRI eludiera no sólo la  justicia sino el costo político de sus actos de represión y corrupción  en el pasado. Ahora el costo político es del PAN.
5. Las elecciones de 2012  mostraron que el país que se divide económicamente en “los dos Méxicos”  del norte y del sur, también se divide así en términos políticos.
El mapa del PREP se divide entre el  verde (Peña Nieto) en el norte y el amarillo (López Obrador) en los  estados sureños, con excepciones donde Peña Nieto gana la mayor parte  del voto en Chiapas, Campeche y Yucatán. Desde el inicio del Tratado de  Libre Comercio de América del Norte, se ha profundizado esta división  entre la pobreza del sur y la riqueza mal distribuida del norte como  resultado de la integración económica neoliberal. Estas elecciones  reflejan la polarización de un país en donde crece la desigualdad.
6. La izquierda representada por López Obrador no pudo replicar su fuerza electoral de 2006.
El PRD con su candidato Mancera  está ganando la capital con más de 60% de los votos para jefe de  gobierno —una aplastante victoria y testimonio de la aprobación pública  de los últimos quince años de gobiernos perredistas. Su ventaja en los  estados sureños pobres como Guerrero y Oaxaca también es impresionante,  con casi 10 puntos sobre el PRI. Sin embargo y a pesar de la  construcción de una fuerza amplia en MORENA, el movimiento de 2006 a  favor de AMLO no ha cuajado de la misma manera. Esto se debe en parte a  la falta de unidad en el partido, que ha visto divisiones y fricciones  mayores entre sus corrientes en los últimos años. Además con la  estrategia de guante blanco hacia sus contrincantes y el esfuerzo de  ganar a empresarios, se desdibujaron las propuestas de redistribución a  favor de los sectores más vulnerables en comparación a la consigna de  “primero los pobres” de 2006. Esto dejó más espacio para las operaciones  del PRI para ganar a estos sectores con la compra del voto y la  mercadotecnia empleada con la ayuda de los medios para vender la imagen  de su candidato.
7. La falta de boletas en las  casillas especiales fue notoria y constituye una violación del derecho  al sufragio efectivo de miles de personas a lo largo y ancho del país.
Decir que por ley sólo tenían 750  boletas por casilla especial no justifica en lo más mínimo el hecho de  que a miles de ciudadanos y ciudadanas les fuera negado su derecho a  votar. Si esto ha pasado en ocasiones anteriores ¿por qué no  rectificaron el error antes de estas elecciones? ¿Por qué no instalar  más casillas especiales? La indignación se ha dado a un nuevo movimiento  “yo soy 751” y marchas espontáneas de rechazados en muchas partes de la  ciudad, proclamando “queremos votar”.
La democracia imperfecta
México tendrá un nuevo presidente  del viejo partido. El PRI gobernó como partido único, a través de una  simulación de elecciones presidenciales cada seis años, orquestados con  bien conocidos mecanismos de fraude y un sistema de clientelismo que les  garantizaba el voto mayoritario –incluso por muchos años sin espacios  políticos para la competencia. Es esta situación que Mario Vargas Llosa  describió con la frase célebre de la “dictadura perfecta”.
Desde que llegó el priista Carlos  Salinas de Gortari a la presidencia en 1988 –con la famosa “caída del  sistema” que suspendió por completo la información pública en el momento  que se perfilaba un triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas– México empezó a  reformar su sistema electoral. Lo que es hoy el Instituto Federal  Electoral nació hace 22 años y ha ido evolucionando desde entonces.
Indudablemente, han habido avances  importantes en los marcos legales e institucionales electorales en el  país. Sin embargo, las elecciones de 2006 y la decisión de no abrir las  urnas y contar todos los votos echaron por abajo la confianza en el  nuevo sistema de un gran segmento de la población y a pesar de los  esfuerzos del IFE éste no ha logrado restaurarla plenamente. Los jóvenes  han expresado con el movimiento “yo soy 132” sus críticas a un sistema  electoral que sienten no ha logrado garantizar el voto libre y efectivo  ni la equidad en la contienda.
El presidente ya no se elige por  “dedazo” y no se puede decir después de los esfuerzos de reformar el  sistema que las elecciones son meras simulaciones de democracia. Sin  embargo, la democracia imperfecta de México que se vio en estas  elecciones tiene problemas estructurales que vienen y perduran de la  época del partido único del PRI. Estos incluyen el uso de las prácticas  tradicionales de manipulación del voto, en formas más sofisticadas a  veces y con nuevas variaciones.
Un componente central de las nuevas  estrategias es el relativamente nuevo poder de los medios masivos,  sobre todo de las dos empresas televisoras. Televisa, en particular, ha  sido el blanco de los estudiantes por su evidente favoritismo hacia el  candidato del PRI. Examinar el rol que jugaron los medios y las  violaciones de la ley denunciadas es una tarea pendiente fundamental  para la construcción de mayor equidad.
Entre las denuncias registradas con  las autoridades y recogidas por la sociedad civil, la compra del voto  seguramente es lo más común. Allí convergen dos problemas fundamentales.  El primero es que los partidos lo hacen, a pesar de su ilegalidad. Las  evidencias apuntan a una operación masiva de compra del voto por parte  del PRI.
El segundo es que los ciudadanos lo  aceptan. Esto resulta de dos tipos de carencias: la carencia de una  cultura electoral que enseña el valor del voto libre como pilar de la  democracia y segundo la carencia de dinero, es decir, la pobreza que  existe en el país. Ante la disyuntiva de ejercer su sufragio o comer no  es de sorprenderse que tanta gente elige lo segundo, y menos en una  sociedad en donde el voto históricamente ha sido una farsa. Muchas  personas entrevistadas por los medios admitieron abiertamente la venta  de su voto, considerando que esta práctica es “normal” en las  elecciones. Elegir un partido o candidato basado en qué ofrece —no en  propuestas para el país, sino en despensas, materiales de construcción o  dinero— es una costumbre arraigada en la cultura electoral mexicana.
La otra denuncia registrada  formalmente y entre la población es la evidente violación de topes de  campaña, otra vez notoriamente por parte del PRI. Si se toma en cuenta  que no se puede saber el origen de fondos gastados y no reportados, esta  violación claramente constituye un obstáculo mayor en el camino hacia  elecciones justas.
Las respuestas
Muy temprano Josefina Vázquez Mota  reconoció públicamente su derrota. Después, en una conferencia de  prensa, Pedro Joaquín Coldwell (quien, por cierto, fue ampliamente  abucheado y enfrentado con gritos de “corrupto” cuando se metió en la  fila de su casilla para votar) anunció la ventaja de su candidato y  proclamó que “El proceso ha transcurrido en un marco de absoluta  legalidad”. El presidente Felipe Calderón salió a felicitar a Peña  Nieto, coronándolo Presidente de México “una vez que el Tribunal valide  la elección”. Enseguida salió Peña Nieto a proclamar su triunfo,  diciendo “Asumo con emoción, gran compromiso y plena responsabilidad el  mandato que los mexicanos me han otorgado este día”.
Por su parte, López Obrador anunció  que esperará la revisión de las actas. “Hay un procedimiento legal  establecido que consiste en llevar a cabo un escrutinio por distrito, el  miércoles próximo se tienen que revisar todas las actas y se tienen que  conocer los resultados. Vamos a esperar ese resultado para fijar en  definitiva una postura”. El candidato espera los resultados oficiales y  los resultados de su propio análisis de la jornada electoral para  definir su respuesta a las elecciones y a las múltiples irregularidades  que ha podido registrar.
Finalmente, el movimiento de  jóvenes representado por el yosoy132 ha anunciado movilizaciones en  estas fechas y sería sin duda un factor clave en el desenlace  pos-electoral. Su oposición a Peña Nieto y al papel de las empresas  televisoras en las elecciones, y su demanda por una democracia en que se  respeta el voto libre hará difícil que acepte los resultados. El  movimiento desde antes del 1 de julio ha fijado un programa de acción  que incluye grandes cambios no solo en el terreno electoral, sino en la  economía, la estrategia de guerra contra las drogas y en las políticas  sociales. Estos jóvenes perciben que son estas elecciones con el retorno  del PRI las que constituyen un momento en el que se define su futuro,  que se ve seriamente amenazado por un gobierno de Enrique Peña Nieto.
Laura Carlsen es directora del Programa de las Américas, www.cipamericas.org/es. Contacto: info@cipamericas.org
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