
RAUL
 ZIBECHI / LA JORNADA – La Unasur aprobó un importante proyecto 
estratégico que comienza a desatar los lazos de dependencia con Estados 
Unidos: la creación de un mega-anillo de fibra óptica que hará que las 
comunicaciones internas de la región no pasen más por suelo 
estadunidense. La decisión de la primera reunión de los 12 ministros de 
Comunicaciones y Tecnologías de la Información reunidos en Brasilia el 
martes 29 es más importante aún, desde el punto de vista geopolítico, 
que los proyectos de infraestructura aprobados por el Cosiplan (Consejo 
Suramericano de Infraestructura y Planeamiento) al día siguiente en la 
misma ciudad.
 
Hasta ahora, las comunicaciones 
de Internet en la región sufren una dependencia casi increíble. Un mail 
enviado entre dos ciudades limítrofes de Brasil y Perú, por ejemplo 
entre Rio Branco, capital de Acre, y Puerto Maldonado, va hasta 
Brasilia, sale por Fortaleza en cable submarino, ingresa a Estados 
Unidos por Miami, llega a California para descender por el Pacífico 
hasta Lima y seguir viaje hasta Puerto Maldonado, a escasos 300 
kilómetros de donde partió. Sobre esta base es imposible hablar de 
soberanía y de integración.
El anillo de fibra óptica tendrá 
una extensión de 10 mil kilómetros y será gestionado por las empresas 
estatales de cada país para que las comunicaciones sean más seguras y 
baratas. Para el Ministerio de Comunicaciones de Brasil, que gestó el 
proyecto, el anillo disminuye la vulnerabilidad que tenemos en caso de 
atentados, así como en cuanto al secreto de los datos oficiales y 
militares. Hasta hoy, 80 por ciento del tráfico internacional de datos 
de América Latina pasa por Estados Unidos, el doble que Asia y cuatro 
veces el porcentaje de Europa (Valor,28 de noviembre).
El ministro brasileño Paulo 
Bernardo dijo que el anillo estará concluido en dos años y que los 
costos actuales de Internet en América del Sur son tres veces mayores 
que los que se pagan en Estados Unidos. Para que los 12 países tengan un
 acceso igualitario a los flujos que se incrementarán por la conexión de
 nuevos cables submarinos, Bernardo adelantó la creación de puntos de 
intercambio de tráfico en las fronteras, de los que podrán colgarse las 
empresas. Para Brasil, el costo total del proyecto es de apenas 100 
millones de dólares
Además de las decisiones de ambas
 reuniones de Unasur, Brasil decidió llevar a Naciones Unidas su 
negociación para la democratización de Internet, que está en manos de 
empresas estadunidenses. El embajador Tovar da Silva Nunes dijo el 
martes pasado que la gestión de los flujos de información no es 
inclusiva, no es segura, no es justa ni deseable.
El Cosiplan decidió impulsar 31 
proyectos de infraestructura para 2012-2022, con un costo de 14 mil 
millones de dólares. Los cuatro más importantes son: corredor 
ferroviario entre los puertos de Paranagua (Brasil) y Antofagasta 
(Chile), con un costo de 3 mil 700 millones de dólares; carretera 
Caracas-Bogotá-Buenaventura-Quito, o sea, con salida al Pacífico, con un
 costo de 3 mil 350 millones de dólares; ferrocarril bioceánico 
Santos-Arica, trecho boliviano, que costará 3 mil 100 millones, y la 
carretera Callao-La Oroya-Pucallpa, que costará 2 mil 500 millones de 
dólares. En su mayor parte serán financiados por el BNDES de Brasil, 
pero podrán participar el Bandes de Venezuela, el Banco de Inversión y 
Comercio Exterior de Argentina y el regional Banco del Sur.
Todas estas obras forman parte 
del proyecto IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura
 Regional Sudamericana), y están siendo contestadas por los pueblos, 
como sucedió en Bolivia con la carretera del TIPNIS y en Perú con las 
hidroeléctricas. La conversión de la región en potencia global, de la 
mano de Brasil, se procesará con un aumento de la explotación de los 
recursos naturales y de las personas. Es el mismo camino que antes 
recorrieron los países del norte y luego los emergentes.
Hay muchas más novedades en esta 
región. La reunión del Consejo de Defensa de la Unasur, realizada en 
Lima el 11 de noviembre, acordó 26 acciones en el contexto del plan de 
acción 2012 para la integración en materia de defensa y la creación de 
una agencia espacial regional. Argentina quedó encargada de poner en 
marcha la fabricación de un avión de entrenamiento para la formación de 
pilotos, en cuyo proceso participarán Ecuador, Venezuela, Perú y Brasil.
 Cada país fabricará partes que luego serán ensambladas en un lugar a 
determinar. Brasil, por su parte, quedó al frente del proyecto de avión 
no tripulado para la vigilancia de fronteras.
La región sigue así los pasos del
 acuerdo estratégico de defensa suscrito el 5 de septiembre entre 
Argentina y Brasil, que se plasma por ahora en la fabricación del 
carguero militar KC-390, diseñado por la empresa aeronáutica Embraer, en
 Brasil, que contará con piezas fabricadas en Córdoba, Argentina, con 
una inversión conjunta de mil millones de dólares, en la fabricación 
conjunta de vehículos de transporte y blindados, y la cooperación de las
 industrias navales y aeroespacial, y en el área de la ciberdefensa.
Es la primera vez que se toman 
este tipo de decisiones en el ex patio trasero de Washington. Además, y 
este dato no es menor, el proyecto del anillo de fibra óptica fue 
pergeñado en Bogotá por el ministro brasileño Bernardo; María Emma 
Mejía, la persona designada por Juan Manuel Santos para presidir la 
Unasur, y el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, amigo personal del
 banquero Luis Carlos Sarmiento, el hombre más rico de Colombia, 
partidario de firmar un TLC con Brasil y de asociar las bolsas de 
valores de ambos países.
Eso puede explicar las 
intempestivas declaraciones de Álvaro Uribe contra las buenas relaciones
 colombo-venezolanas y el artículo de Roger Noriega en InterAmerican 
Security Watch, quien llamó a su país a preparase para una intervención 
militar en Venezuela, donde Estados Unidos compra 10 por ciento de su 
petróleo (9 de noviembre). Es evidente que el imperio en decadencia no 
va a contemplar pasivamente cómo pierde el control de la región 
sudamericana.
Unasur aprobó un importante 
proyecto estratégico que comienza a desatar los lazos de dependencia con
 Estados Unidos: la creación de un mega-anillo de fibra óptica.