* Tais Ferreira En Brasil, la radio y la televisión tienem un status de los principales vehículos de cultura e información. La televisión está presente en el 98% de los hogares brasileños, y el ochenta por ciento de la población tienem en medio de su única fuente de información.
Una industria que produce programas de televisión avanzados, con alta calidad técnica, con una estética atractiva. Una fuerza poderosa, reforzada por la falta de acceso a otras fuentes de información y entretenimiento - periódicos, libros, películas, obras de teatro. El papel político de la televisión en Brasil es único en el mundo. La industria cultural tiene su función principal aquí: inmovilizar y disponer de la opinión pública.
La televisión puede influir en la elección de un líder nacional en la construcción o de empañar su imagen. Puede hacer un extraño a la celebridad durante la noche y hacer creer los medios de comunicación son los mejores artistas en el país. Un pequeño número de personas que controlan lo que vemos, leemos, y ouvimos.Os medios de comunicación imponen una percepción de la realidad que influyen en la opinión de la mayoría, se convirtieron en simples espectadores.
De dominio estratégico de Comunicación Audiovisual en Brasil
Tomando ventaja de una ley aprobada (1962), la concentración de los medios de comunicación es una realidad brasileña. En la actualidad, el control de unos pocos grupos familiares a la televisión de aire, incluyendo: Marinho(Globo), Abravanel (SBT), Saad (Bandeirantes), Sirostsky (RBS).
Además, una encuesta realizada en 1995 por el profesor Arthur Venicio Lima indicó que de 302 estaciones de televisión comerciales en el país, 94 pertenecían a los políticos o ex políticos. De los 594 parlamentarios, 130 tiene una concesión de radio o TV, o una combinación de ambos.
Desde 1990, una nueva tendencia se ha unido al reparto de los dueños de la televisión en Brasil y parte del control de los medios de radiodifusión: la Iglesia Universal del Reino de Dios adquirido por $ 45 millones una de las cadenas de televisión más tradicionales de Brasil - el Record. En contraste, la Iglesia católica forma la Red de la Vida, que suman hoy más de trescientos de retransmisión de todo el país.
En otros países de América Latina, el poder político de los propietarios de los medios de comunicación también es bien conocido. En Colombia, cinco de los presidentes que gobernó el país en los últimos años perteneció a uno de los seis grupos de familias que dominan el 75% de la circulación de periódicos y revistas en el país. En Venezuela, según el senador Lolita Aniyar de Castro, criminólogo y estudioso de la ley sobre los medios de comunicación, la mayoría de los miembros del Parlamento está obligado a ninguno de los grupos que dominan los medios de comunicación en el país. En Chile, dos redes nacionales son más audiencia pública en relación con las cadenas privadas, debido al enfoque adoptado por el régimen militar, que permitió que el Estado y las universidades, el monopolio de la explotación, si privatizada en 1989 la primera estación en el país. En Brasil, los militares construyeron una infraestructura de estaciones, los satélites, repetidores, etc para desplegar las redes nacionales, fomentando la explotación privada y comercial, en detrimento de su carácter público.
Derecho a la Información
De hecho, hay pocos mecanismos que dispone la sociedad para intervenir en la definición del contenido temático de los medios de comunicación o de garantizar el derecho a una información democrática.
Una discusión sobre un nuevo orden de comunicación y, en 1980, cuando una decisión del 18 º Congreso de FENAJ en Brasilia, se creó un Comité Permanente para el Estudio de la Orden Internacional de Información, coordinado por el periodista Guy de Almeida. Este trabajo permitió la articulación de la categoría a participar en la Comisión Temática, que trabajó en la redacción de la Constitución de 1988. Incluso entonces a través de la investigación y los debates que ha encontrado la necesidad de un nuevo nacional democrático y equilibrado.
La Constitución de 1988 (Título VIII, Capítulo V) proporciona algunas herramientas que podrían aliviar la situación actual: que impide la existencia de monopolio o de oligopolio en los medios de comunicación, proporciona sistemas complementarios - privada, pública y radiodifusión del Estado, establece la regionalización de la producción culturales, artísticos y periodísticos, y también prevé la creación del Consejo de Comunicación Social como órgano auxiliar del Congreso Nacional. El Consejo fue establecido en junio de 2002, participan en el debate es fundamental, pero depende de tu llamado llamando a la Mesa del Congreso, cosa que no sucedió este año.
Para el fortalecimiento de la democracia y la ciudadanía es importante en la lucha política para la regulación de la legislación de radiodifusión en Brasil y que el progreso de la Constitución son una realidad. La sociedad necesita medios para controlar este poder, que se superpone al poder establecido. Sólo entonces se puede intervenir y fortalecer el sector, donde hay claros conflictos de interés. Otros países han creado organismos reguladores: Estados Unidos (FCC), Reino Unido (OFCOM), Francia (CSA) y Portugal (ERC). Necesitamos algo similar en Brasil.
* Periodista, editor del blog http://www.cinejornalismoempauta.blogspot.com/
* Publicado en este blog en marzo 10, 2008
* Publicado en el Centro de Prensa y otros sitios
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